La fortaleza

Cuando me siento hundida, triste y abandonada.
Me empuja hacia arriba la fortaleza de mis alas.
Cuando quiero cobijarme, esconderme, no ser nada…
Se cierra sobre mí, la fortaleza de mis alas.
Cuando caigo y cuando miro, aunque siempre sin ver nada…
Me levanta, me ilumina, la fortaleza de mis alas.

Son de piedra, son de acero, son ligeras como el viento.
En el corazón, forjadas. Con mil lagrimas, templadas.

Cada pluma, una vivencia. Su color, el de la sangre.
Nacieron desde mi alma, ¿Dime… quieres cobijarte?

Agua Marchita

Se había instalado el invierno en sus ojos impenetrables , ausentes y esquivos.

Exentos de la  tibieza que amainara aquella apatía afilada.

Adúlteras damas eran sus palabras arrojadas al vacio , ahuecando  la mente…

Abriéndose paso hasta yacer con su espíritu malherido.

Pudiera ser una suerte mal echada

o  una simple osadía del destino

Lehahiah

El Desván de Lehahiah

En el  desván,  los trastos viejos e inservibles se amontonaban bajo las sábanas ocres.

De su primitivo  blanco no quedaba nada, se han ido tiñendo suavemente bajo la caricia de los años. Los muebles destilan sus aromas rancios, horas vencidas  en la soledad  del tiempo.

Lozas desconchadas,  fotos descoloridas,  baúles que se adivinaron atrás   lustrosos  crujen en lamentos haciéndose astillas,  sillas apiladas  exhibían  sus telas   desvaídas, espejos  verduzcos mostrando  sinuosas siluetas distorsionadas y escurridizas;  lámparas destartaladas , cestos de mimbre con sus dedos abiertos, colchones enrollados, jarrones de latón que aún guardan el deseo de destellar  tímidos brillos con el reflejo de las luces  que se cuelan a través del  ventanuco  y que despiertan  a un ejército de  hadas polvorientas  que danzan en suaves motas posándose para levantarse  de nuevo cuando por las  rendijas de la ventana silba el aire….

 

 Y allí en medio de todo aquel desorden está  Shalva ,sentada  en el suelo descubriendo aquellos” tesoros” que la transportan otras épocas, a otras vidas desconocidas que se le antojan fascinantes.

Desde siempre ha sentido una fuerte atracción hacia aquellos objetos inservibles, dejándose llevar por la sensación  placentera, de pertenecer a ese lugar, aunque en realidad ha llegado hace pocos días.

No había  reparado en el tiempo que llevaba  sumida en su propio ensueño cuando  miró el reloj;  se levantó de un brinco dándose cuenta de  que estaba anocheciendo y aún no había salido a comprar algo para la cena. Se sacudió deprisa  el pantalón repetidas veces y  se dirigió hacia las escaleras ,  vió sus  zapatillas  negras que  habían tornado en un dudoso color gris polvoriento  y mientas   decidía  como podía arreglarlo, lo vió…:  por debajo de una de las sábanas asomaba lo que parecía ser  la base de un espejo de pie tan alto como ella.

 Se acercó y quedó sorprendida de no haber reparado antes en él,  su inminente presencia la hizo dudar  de que hubiera estado allí todo el  tiempo ya que   por su gran tamaño no podía haber haber pasado inadvertido después de tantas horas allí…

 Su espalda se irguió tras una descarga en forma de escalofrío, se veía  como un gato en medio de una tormenta y  su  corazón despavorido se desbocaba provocando una respiración caótica….las sienes ya  estallaban.

Apoyó la mano en el cuello en un gesto de querer infundirse el valor suficiente para  retirar la sábana y descubrir aquello que   la provocaba esa  mezcla de miedo  ansiedad y angustia que  la aspiraba la garganta….

 

Lo que vio la dejo sin aliento…

 

El espejo lucía con todo su esplendor, intacto, como si el tiempo hubiera resbalado sin dejar su huella. La imagen que se reflejaba no era la suya, y aquello la hizo  retroceder incrédula.

Siguió tomando distancia  poco a poco mientras observaba que la  la figura del espejo continuaba estática. Shalva  desfallecía mientras  el rostro del espejo la sonreía de una forma tranquilizadora; ella observaba  los rasgos de aquella mujer y como los efectos de una droga ,  el aturdimiento se extendía  desde la nuca hacia todos y cada uno de sus miembros dejando en su cuerpo  una sensación de mareo embriagadora.

 

Se pudo reconocer  en los ojos castaños, los labios pálidos,  en las facciones de  aquel  rostro  perfecto y al tiempo algo  etéreo, como  esculpido por un primoroso orfebre que hubiera dedicado todo su talento en suavizar con delicadeza cada gesto .

Las manos, la estatura, la forma del pecho, hasta la  manera  de arquear los  brazos ¡¡todo!

Solo el pelo era distinto, mucho más largo y oscuro  y por supuesto esas  alas increíblemente blancas  que surgían por detrás de la espalda…

– ¿era un ángel?- pensó Shalva- ¿¡mi ángel!?

-No puede ser-  se oyó decir y lo repitió  como una letanía sin  fin envuelta en  su respiración   fuerte y jadeante

 Se sintió cada vez mas confusa, cerró los ojos un instante para comprobar si todo aquello era real o producto de su cansancio. Los abrió  lentamente y miró al espejo…, allí seguía imperturbable, su vestido largo tan negro en contraste de aquellas alas tan blancas………..

Su propia voz la sorprendió,  temblorosa y balbuceante, dirigiéndose  a la figura del cristal  pudo decir al  fin :

 -¿Quién eres?-

La imagen del espejo bajó los ojos en un gesto de introspección, y volvió de nuevo a sostener su mirada en la de ella

 -Me llamo Lehahiah-

Firme, contundente a la vez que dulce, así es como se presentó y sin decir nada más se envolvió en una bruma azulada y desapareció.

 

                                                                                                                        Lehahiah

(Cuanto hay de locura y cuanto de cordura dentro de estas lineas. Eso lo dejo para cada uno…. He utilizado este brebaje  como carta de presentación, solo espero que disfrutéis al leerlo tanto como yo al escribirlo)

Besos con alas y graciassss….

Y tu preguntas?

¿Cómo?
Después de haber querido tanto….
Después de haber dado el alma…
Después de entregar tu vida…
¿Cuándo?
Nos miramos como extraños…
Nos mordimos como perros…
Nos mataban las palabras…
¿Por qué?
Nos venció el egoísmo…
Nos invadió la amargura…
Nos poseyó la pereza…
¿Dónde?
Quedo la ternura….
Marcho la esperanza…
Perdimos los besos…
¿Quién?
Intento redimirse…
Lucho por nuestro hogar…
Apago la llama…

Nosotros fuimos…no hay mas culpables.
De nada sirven ya las lagrimas.